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Editorial 472

 


Haz amigos, no te crees enemigos

 

Los seres humanos vivimos en sociedad y nos relacionamos de muchas formas.


Nos relacionamos a través de la vista.


Cada día desfilan ante nuestra vista miles de personas. Cuando las miramos con respeto y simpatía, las personas perciben nuestra actitud y reaccionan de forma positiva. Esta comunicación visual es muy sutil y apenas le damos importancia, pero influye mucho en nosotros y también en los demás. Nos ayuda a sentir que el mundo es bello y la gente buena. Pero, si miramos a las personas con indiferencia, ellas reaccionarán hacia nosotros con indiferencia, lo que nos hará sentir que el mundo es frío y la gente indiferente. Por lo que, podemos decir que, cada quien crea su mundo a su imagen y semejanza.

También nos comunicamos a través de la expresión corporal. Los seres humanos somos como un imán magnetizado. Emitimos vibraciones. Nuestro cuerpo, especialmente el rostro, expresa muchas cosas. Esto significa que, por donde quiera que vamos, transmitimos mensajes de alegría, bondad y éxito, o bien, de angustia, fracaso y frustración. De modo que, nuestra presencia influye para bien o para mal en las personas. Esta comunicación es inconsciente, por tal razónl, no nos damos cuenta.


Como la conducta humana es una reacción a los estímulos recibidos, las personas reaccionarán hacia nosotros de acuerdo a los estímulos que les enviamos y nos tratarán en consecuencia.


También nos comunicamos de forma "consciente" a través de la palabra y de las actitudes. Si nuestro lenguaje es positivo y estimulante, si expresa confianza, aprecio y agradecimiento, entonces, las personas nos tratarán con confianza y aprecio.


Existen palabras poderosas, como (permiso, gracias, perdón, por favor...) que tienen el poder de ganar el corazón de las personas.


En una sociedad como la nuestra, en la que abundan las personas abusivas, mal educadas y desagradecidas, tienen un valor especial las personas educadas y amistosas.


Existe una ley según la cual: "Los estímulo positivos generan reacciones positivas y los estímulos negativos generan reacciones negativas" Sin embargo, en la vida humana, vemos con frecuencia cómo muchas personas responden de forma negativa a estímulos positivos. Esta reacción negativa no se debe al estímulo en sí, sino a que no ha sido percibido de forma correcta o no ha sido enviado en el momento oportuno. Cuando las personas están molestas, no escuchan razones, por lo que hay que esperar a que estén dadas las condiciones favorables.


Hay personas amistosas y afables que tienen el don de hacerse querer y respetar por toda clase de personas, lo que hace que se sientan conectadas con el mundo entero y disfruten de un sentimiento profundo de hermandad universal. También hay personas que, por su tipo de personalidad, no logran hacerse querer y sienten que la sociedad es hostil.


Hacer amigos significa: Tender la mano, construir puentes y caminos y avanzar al encuentro de los demás. Todos los seres humanos pueden ser tus amigos si los dejas entrar en tu corazón. Da un paso hacia los demás y los demás darán un paso hacia ti.


No te crees enemigos

Los peores enemigos son los que creas tú mismo dentro de ti, porque viven dentro de ti, forman parte de ti y te siguen a donde quiera que vayas, haciéndote fracasar en los proyectos que emprendes. Estos enemigos son invisibles, por lo cual, escapan a tu control y no puedes defenderte de ellos. Estos enemigos son: El egoísmo, la envidia, la pereza, el odio, la ignorancia; de aquí la importancia de evitarlos desde niño y no dejarlos crecer.


Existen otros enemigos gratuitos e inevitables que llegarán a tu vida sin que tengas nada que ver en ello. Son: la competencia desleal, la envidia y la traición. Con estos enemigos no existe posibilidad de negociación. En este caso, deberás luchar contra ellos para defender tus derechos y tu dignidad. Ellos no pueden hacerte daño si te mantienes fiel a tus valores.
Cómo se crean los enemigos externos

Existen enemigos que nos creamos cuando maltratamos u ofendemos a las personas. Las personas pueden olvidar las palabras ofensivas que les decimos, pero nunca olvidarán el dolor emocional que les causamos. De aquí lo importante que es cuidar el lenguaje para no heir los sentimientos de los demás.


Cada persona percibe el significado de las palabras de acuerdo a su forma de pensar y de sentir, lo que hace que las mismas palabras no signifiquen exactamente lo mismo para todos. Esta es una de las causas por la cual discutimos más de la cuenta.


Los enemigos no los creamos por defender la vedad de las cosas o por defender nuestros derechos, siempre que lo hagamos de forma respetuosa. Los enemigos surgen cuando nos salimos de la lógica y nos dejamos llevar por las emociones y decimos cosas que hieren sus sentimientos.

Existen palabras, actitudes y acciones que expresan maldad. Las personas pueden perdonar los errores pero no la mala intención.


Existen enemigos de por vida. Se trata de personas que han sido traicionadas en aspectos que les han dejado huellas importantes en su vida.


La humillación, la injusticia, la crítica, el desprecio y la indiferencia hieren los sentimientos de las personas y las convierten en enemigos.


La soberbia, la prepotencia y el autoritarismo también generan enemigos, porque es una forma de abuso y desprecio, sobre todo en esta época en que las personas tienen conciencia de su derecho a ser respetadas y tomadas en cuenta.


La avaricia, el egoísmo y la falta de sensibilidad social, también generan sentimientos de enemistad.


Hay odios y enemistades que se transmiten de padres a hijos a través de generaciones. Se trata de enemistades ancestrales. Se dan especialmente entre países, religiones, castas, etc. como resultado de viejos conflictos que nunca se han subsanado. Esta clase de enemistades son causa de la mayoría de los conflictos que existen en el mundo. De aquí la importancia del diálogo para zanjar cuentas y llegar a la paz.


Conclusiones


En la actualidad, las personas viven a la defensiva, sus actitudes son poco amistosas y su lenguaje desconsiderado, y, a veces, ofensivo, lo que da origen a discusiones que hieren los sentimientos y convierten a las personas en enemigas.


Siempre encontraremos personas conflictivas que necesitan discutir y hacer enemigos, porque a ello se han acostumbrado.


Conscientes de esta realidad, es necesario controlar las emociones y no entrar en el juego de la discusión, y, menos aún, de la ofensa.


No es bueno tener enemigos pequeños ni grandes; pues, los enemigos son como espinas que en cualquier momento pueden herir.


La mejor forma de no tener enemigos es tratar a las personas con respeto y consideración, lo cual no significa aceptar su comportamiento.


Aprende a ser diplomático. La diplomacia consiste en resolver los conflictos a través del diálogo, lo cual supone, controlar las propias emociones y manejar con habilidad las emociones de los demás.

 

Se trata de mantenerse siempre en el Adulto (lógica y realidad) y evitar descender al terreno de los sentimientos y de la discusión, pues, lo que no se resuelve a través del diálogo no se resuelve de ninguna otra forma.


Y, si es malo tener enemigos, es peor ser enemigo de alguien, pues, por efecto búmeran, nuestras malas intenciones y deseos se devolverán contra nosotros. De aquí la necesidad de perdonar y olvidar.


Los seres humanos somos propensos a la ira, a la rabia y a la venganza. Estas reacciones son naturales, pero son auto destructivas. La mejor forma de sobrevivir en un mundo hostil no es la agresividad sino la comprensión, la tolerancia y el perdón; pero, estamos acostumbrados al "Ojo por ojo y diente por diente" por lo cual, nos resulta difícil entender que la paz es más fuerte que la violencia, que la verdad es más poderosa que la mentira y que el amor es más fuerte que el odio.


"Sed como el árbol del sándalo, que perfuma hasta el hacha que lo corta." Rabindranath Tagore


"Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os ultrajan y os persiguen" J.C


Si sabes controlar a tus enemigos, eres inteligente, y, si no tienes enemigos eres sabio.


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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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